Quisiera contar mi experiencia del terremoto el 27 de Febrero del 2010. Me disculpo por no tener imágenes o recuerdos gráficos de aquel día. Es la primera vez que relataré este terrible acontecimiento después de 10 años.
Esa noche del 27 de febrero del 2010 había sido una noche normal. Dormía en la noche en casa, hasta que comenzó a temblar. Al principio no le di importancia, ya que los temblores era algo común. Pero esa noche fue distinta: Me desperté con el temblor, pero después aumentó en intensidad y un ruido ensordecedor como si hubieran mil helicópteros y taladros encima. La casa entera se empezó a agitar como cajita de fósforos y parecía darse vuelta. La ventana que tengo en mi pieza parecía girarse de un lado a otro. Al rato, se cortó la electricidad, quedando a oscuras. Decía: 'Dios mío, ten piedad de nosotros'. Pensé de verdad que el techo de la casa nos caería encima y moriríamos aplastados. Pensé de verdad que aquella noche era el último día de nuestras vidas. Estaba en el segundo piso y tenía que quedarme ahí. No tenía opción de bajar por la escalera por el espantoso movimiento y sumado a la oscuridad. El terremoto duró más de 3 minutos. Esos minutos fueron eternos. ¡Eternos!
Cuando terminó la pesadilla del movimiento, apenas pude bajar la escalera. Las piernas me temblaban que apenas podía sostenerme. Y tenía la sensación a punto de desmayarme. Bajé a tomar agua. Y mis padres igual estaban asustados, pero bien. (Mis padres ya habían vivido otro terremoto- el de 1960- con epicentro en Valdivia. Aunque en ese tiempo vivían en Puerto Montt). Fuimos a buscar velas para iluminarnos, y teniendo una radio a batería nos pusimos a escuchar. Había una sola emisora al aire -Radio Paloma de Talca- (ya que tenían generador), y todas las demás habían caído de señal. Obviamente, esa noche no pudimos dormir más, quedándonos despiertos hasta la mañana. Y después del terremoto, las réplicas seguían durante los días siguientes.
En mi casa, sólo se destruyó un pedazo del muro divisorio exterior. Nada más.
Lo más terrible fue enterarnos por radio que en las ciudades cercanas costeras hubo tsunamis. ¡Fue devastador! También enterarme días después que perdí a una amiga en ese terremoto, en otra ciudad (Constitución), debido al derrumbe del alojamiento donde estaba vacacionando con su familia.
Los siguientes días estuvimos sin luz y sacando agua de los grifos cercanos. En el centro de la ciudad era como ver una ciudad bombardeada: los escombros de las tiendas, los cables de electricidad botados, era ver una ciudad en ruinas. Muchas tiendas desaparecieron y otras fueron reconstruidas. En otros sectores de la ciudad donde las casas son antiguas y eran de adobe, quedaron destruidas.
Por la noches siguientes al sismo, hubo vigilancia de los vecinos (sobre todo hombres) para resguardar las casas de posibles robos, puesto que no había electricidad.
Los vecinos de la población se reunían en las esquinas con una fogata y vigilando los alrededores cada noche.
Después de unos días cuando volvió la señal de televisión, las noticias mostraban los efectos devastadores y terribles en varias ciudades. Aproximadamente 1/3 del país estaba destruido por el terremoto y tsunamis. Personas desaparecidas, gente que perdió todo quedándose prácticamente con lo puesto. Las personas que fueron encontradas ahogadas, y otras en medio de los escombros de sus casas...
Este tipo de experiencia fue terrible. No se lo doy a nadie vivirla.
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