DESPEDIDA
Déjame morir en el silencio En esta noche fría de invierno, Se ha acabado el tiempo Y ya no tendrás entre tus brazos, mi cuerpo... Sólo quiero irme. Al Cielo o al averno, Ya no importa, Ya no importa. Son vanas las palabras de amor dichas en el adiós, Son vanos los besos que des sobre mis labios pálidos... Es en vano que llores diciendo mi nombre, En este encuentro fúnebre De una noche lúgubre. Me llevarás a dormir en la Eternidad En este lecho de eterna soledad Donde queda sepultada mi memoria... Nunca sabré cuánto tu corazón se triza de dolor Nunca sabré si lo que sentiste por mí fue verdadero amor, Los jazmines se volverán negros en color Y ya no desprenderán más su dulce olor. Tus lágrimas junto con la lluvia Harán rebrotar los recuerdos de un día En que el Destino decidió encontrarnos, Y sintiera este amor fatal Tan fuerte y tan real Para bien o para mal... Es la despedida... Y tú, arrodillado ante mi