Hoy en día, extraño el amor de verdad. Siempre leo casos de separaciones e infidelidades por distintos motivos. O buscar una pareja que sea compatible sexualmente. Pero no veo amor de verdad. ¡No veo! Es fácil, muy fácil decir "amar" a alguien cuando todo está bien, cuando las circunstancias son favorables. La gran prueba de amor viene cuando las circunstancias son difíciles, cuando vienen problemas... Ahora, las parejas se separan por cualquier motivo. No hay siquiera voluntad de luchar porque una relación o matrimonio funcione. A la primera o segunda, hay divorcio. Y el amor que alguna vez se dijeron o prometieron, ya no existe más.
Mis padres llevan 54 años de casados, más 5 años de pololeo. Y obvio, no todo ha sido color de rosa. Han vivido sus dramas más o igual que una telenovela... Aún así siguen juntos porque el amor es más fuerte y porque se hicieron un juramento un día: Amarse y acompañarse en todas las circunstancias de la vida. No es fácil. Es un gran desafío. Sólo Dios les ha dado las fuerzas para seguir juntos a pesar de todo. Porque sólo el amor no basta. También hace falta comprensión, tolerancia, paciencia, servir al otro. No como el "amor" actual que busca a la persona servirse a sí mismo(a), y no al otro(a). Amar significa buscar el bienestar del otro, más allá del bienestar propio. Amar va más allá de tener o no, sexo. Amar significa estar, servir, acompañar y querer a esa persona en cualquier circunstancia aunque no haya intimidad física o sexual. Sea por razones voluntarias o por impedimento físico / psicológico.
Extraño el amor de verdad. Donde alguien no se aprovecha del otro. O no le hace daño por venganza o cualquier motivo. Donde el amor no se basa en lo puramente físico / carnal. El amor es una experiencia y unión espiritual que permanece para siempre. Siempre me emociona leer casos de parejas ancianas que mueren casi juntos, por horas o días de diferencia: Se nota la unión tan potente, que ni siquiera la muerte los puede separar...
Hasta cierto punto, me he vuelto escéptica del amor / romance. Porque ya casi no existe. Es difícil encontrar a alguien con buenas intenciones o que quiera compromiso de verdad para toda la vida. Casi todo el mundo busca aprovechar momentos de placer y nada más. ¡Es una pena eso! Porque el amor es tan hermoso. Pero el ser humano se ha encargado de enlodar y menoscabar todo, incluyendo el amor. Donde cualquier cosa se llama "amor", pero no hay amor en absoluto: sólo lujuria, deseo, pasar el rato, aventura, affaire... Pero nada más que eso.
El amor significa aceptar virtudes y defectos del otro. Es verdad que todos tenemos defectos, pero la diferencia está en que esos defectos no causan daño al otro (tu pareja), o que impliquen destruir al otro. Porque en eso no hay amor. ¡No hay!
Tenemos que descartar la creencia que "yo voy a a cambiar a mi pareja o cónyuge". Eso es falso. Sólo Dios puede cambiar el corazón y comportamiento de una persona, siempre y cuando esa persona esté dispuesto(a) a cambiar voluntariamente. Nadie cambia a nadie. Si la pareja o matrimonio no se somete a Dios, es difícil que prospere. Es más fácil que fracase.
Es verdad que soy soltera. Que no tengo experiencia en matrimonios, porque no me he casado. Pero he aprendido que sin Dios, una pareja no puede avanzar ni evolucionar en su relación. No pueden avanzar por sí mismos, no pueden alcanzar plena felicidad ni la sabiduría para resolver sus problemas. Porque también el matrimonio (o convivencia) conlleva problemas de diversa índole.
El amor de verdad no desprecia, no avergüenza, no destruye, no minimiza al otro. Mas lo cuida, lo respeta, lo ama, lo valora...como su propia carne. Como a sí mismo(a). San Pablo dijo: " El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser... Corintios 13: 4-8.
El amor de verdad es cuando alguien decide estar contigo toda la vida en las buenas y en las malas. Es cuando alguien decide estar contigo en la salud y en la enfermedad. O en la abundancia y en la pobreza. O cuando estás alegre o difícil de soportar...
¿Qué decides tú?
El amor de verdad no desprecia, no avergüenza, no destruye, no minimiza al otro. Mas lo cuida, lo respeta, lo ama, lo valora...como su propia carne. Como a sí mismo(a). San Pablo dijo: " El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser... Corintios 13: 4-8.
El amor de verdad es cuando alguien decide estar contigo toda la vida en las buenas y en las malas. Es cuando alguien decide estar contigo en la salud y en la enfermedad. O en la abundancia y en la pobreza. O cuando estás alegre o difícil de soportar...
¿Qué decides tú?
