En Chile, con la cuarentena que existe en las regiones del país y la suspensión de clases presenciales en las escuelas públicas y colegios particulares por COVID-19, además de centros de Educación Superior, el Ministerio de Educación ha adoptado las medidas de educación online por medio de plataformas implementadas por el organismo respectivo, así como recientemente se ejecutarán programas educativos en televisión por medio de canales públicos. Cuyas medidas son excelentes, sin duda.
Sin embargo, el Ministro de Educación, el Sr. Raúl Figueroa en entrevistas para noticiarios nacionales destaca que la educación presencial es importante y más efectiva para el aprendizaje de los estudiantes. Eso es tremendamente cierto. Considerando que muchos padres les dificulta el poder enseñar a sus hijos y ayudarles con sus tareas en muchísimos casos, debido a múltiples factores tales como: padres con poca o nula formación académica, padres que son en un menor porcentaje, analfabetos. Y otros, que les complica en cómo ayudar o tener las herramientas pedagógicas para que sus hijos aprendan cuando no comprenden algún conocimiento, aun teniendo formación académica necesaria. Estamos de acuerdo que las herramientas tecnológicas son un gran complemento de aprendizaje y son entretenidas. Más siempre es necesario la retroalimentación, orientación y guía que puede brindar un docente.
Creo que ahora en la etapa de cuarentena, es una gran instancia para que la sociedad apoye y valore a los profesores. Los educadores son muy necesarios aún en localidades rurales donde muchas veces no existe conexión a internet y muchos de esos niños tienen padres con poca educación formal, lo cual implica el aprendizaje dependiente de un docente, como también en áreas urbanas. Además cabe recalcar la importancia de los educadores diferenciales y psicopedagogos que son requeridos en casos de necesidades educativas especiales.
Muchas personas creen que el trabajo docente comienza y termina cuando se dicta una clase, ¡y listo! ¡Nooo! No es así. El trabajo docente comienza desde antes de dictar clases a los cursos a su cargo y finaliza mucho después de eso. El docente debe planificar con anterioridad las clases de los cursos a su cargo, elaborar material didáctico (según el caso) para cada curso, elaborar diapositivas o material de aprendizaje como disponga los recursos que tiene, hacerse cargo del curso en jefatura (en caso que lo tenga), efectuar las reuniones de apoderados, revisar pruebas y otro tipo de evaluaciones, pasar y registrar asistencia, registrar las calificaciones en el libro de clases, informar a la dirección del colegio sobre su gestión, etc. La labor docente es extenuante. Hasta los fines de semana se trabajan porque hay que elaborar clases para todos los cursos y elaborar pruebas, y además colaborar en las labores extraprogramáticas en fechas festivas como Fiestas Patrias, día del estudiante, etc. El docente poco y nada dispone de tiempo de ocio y descanso de actividades durante el año lectivo. Sumado a las capacitaciones que debe asistir en las vacaciones de verano. Y además, muchos profesores tienen que trabajar en varios colegios simultáneamente para obtener un sueldo mínimamente decente.
Por eso, espero que muchos padres se den cuenta ahora de verdad y tomen conciencia de lo arduo que es el trabajo docente y todo lo que tienen que lidiar los profesores cada día durante 10 meses con miles de estudiantes a su cargo. Dado que a muchos padres les es difícil lidiar con la enseñanza en casa, y no tener la orientación para guiar a sus hijos adecuadamente en su educación formal. Y es aun más complicado cuando tienen hijos con necesidades educativas especiales, lo cual no poseen las herramientas pedagógicas para ayudarlos en estos casos.
Espero que ahora sí se dé el reconocimiento al trabajo abnegado y sacrificado de la docencia. Los profesores merecen el respeto y dignidad de parte de toda la sociedad.