El agua. Un elemento importante en el mundo que nos rodea. Incluso nuestro cuerpo humano contiene alrededor de 60% de agua, además de considerar células y órganos.
Masaru Emoto, un destacado doctor e investigador japonés, se le ocurrió tomar muestras de agua, congelarla y luego examinarlas con un microscopio. Lo que descubrió fueron hallazgos sorprendentes: el agua contaminada y el agua limpia que recolectó tenían cristales oscuros, deformes y feos y en contraste; el agua limpia, tenía cristales blancos, brillantes y de hermosas formas. Así también probó con otro experimento poniendo agua en dos frascos de vidrio. En un frasco puso papeles con adjetivos calificativos positivos: "lindo", "alegre", "hermoso", etc. Mientras el otro frasco con adjetivos negativos: "feo", "horrible", etc. Al pasar los días, el frasco de agua con adjetivos positivos estaba igual de claro y nítido como al principio. Con cristales brillantes y hermosos. El otro frasco, el agua estaba oscura y fea. Con cristales oscuros y feos.
Antes de pasar a describir los otros experimentos con agua, cabe decir que las moléculas del agua reacciona a la vibración, sea de palabras o sonidos, cuyas moléculas resuenan o reaccionan a su frecuencia vibratoria, sea alta, media o baja. En consecuencia, el agua tiene vida y memoria.
Entonces, es importante que nosotros al ser mayoritariamente compuestos en un alto porcentaje de agua en nuestras células y órganos, pues tengamos en lo posible, un lenguaje interno positivo con nuestro cuerpo, y nuestro ser. Como dicen muchos metafísicos, las enfermedades se originan por emociones negativas mal gestionadas o acumuladas por años sin resolver, lo cual causa un desequilibrio en los órganos, células, la energía vital (chakras), no es algo solamente de los órganos en sí, sino en conjunto con las emociones. Cada órgano representa un grupo de emociones. No lo digo yo, sino muchos estudios de medicina china antiguas y medicina holística lo confirman. Está comprobado, aunque la medicina tradicional desestima este conocimiento rechazándolo como improbable y sólo se enfoca en la parte biológica humana. Pero al final, no somos sólo un pedazo de carne. Tenemos un flujo energético, emociones, y nuestro cuerpo también posee agua. Que es afectado por nuestras emociones y sentimientos.
Muchos programan el agua o un té de hierbas antes de beberlo: programarlo o decir bendiciones / comandos para que haga bien para ciertos propósitos de salud. Lo mismo el agua bendita: Un sacerdote bendice el agua con plegarias y textos sagrados y se transforma el agua corriente en bendita. Por el poder de Dios y las palabras de bendición.
El experimento del arroz: Ejecutado asimismo por Masaru Emoto. (Fuente: @kingtwix86 en Instagram [video])
Pone 3 frascos de vidrio con arroz y los llena con agua a la mitad.
Frasco 1:, le dice verbalmente "Gracias",
Frasco 2:
le dice, "eres un idiota",
Frasco 3: es ignorado totalmente.
Este procedimiento de hablarles a los frascos se hizo por 1 mes. Posteriormente al mes, el primer frasco, el arroz germinó y el agua se conservó clara (gracias); el segundo frasco, el agua se volvió negra y el arroz feo (eres un idiota); mientras que el tercer frasco ignorado, el arroz se pudrió y quedó seco el frasco.
También es interesante el otro experimento cristiano en cual hay 3 vasos con agua.
Vaso 1: Etiquetado "Yo" (representa a cualquiera de nosotros).
Vaso 2: Etiquetado "Pecado" (líquido negro)
Vaso 3: Etiquetado "Jesús"
Cuando el vaso "pecado" se vierte en el vaso "yo", se vuelve negro el vaso "yo".
Cuando el vaso "Jesús" se vierte en el vaso "pecado" el agua negra se vuelve clara, cristalina.
Cuando el vaso "Jesús" se vierte en el vaso "yo" contaminada por "pecado", igualmente se vuelve cristalina y clara.
El agua es importante para la vida y tremendamente poderosa. Que se convierte por las vibraciones de la palabra y el sonido.
Incluso las lágrimas que son agua, tienen moléculas diferentes si son de tristeza o alegría.
El agua purifica, sana, bendice, hace crecer, hidrata, nos limpia...
Cuidemos el agua.
